Una inversión superior a los 2,9 millones de euros en siete proyectos formativos ha permitido formar y ofrecer experiencia práctica a 140 personas desempleadas en municipios de toda la provincia, especializándolas en sectores con alta demanda de mano de obra
Los obradoiros de empleo dual se han consolidado como una de las herramientas más efectivas para combatir el desempleo en la provincia de Lugo. La reciente clausura de siete de estos talleres, financiados por la Xunta de Galicia, evidencia el éxito de un modelo que combina la formación teórica de calidad con la práctica remunerada, permitiendo a los participantes adquirir experiencia real mientras realizan trabajos de utilidad pública para sus municipios.
A lo largo de la geografía lucense, un total de 140 personas desempleadas han completado con éxito su formación en especialidades con alta demanda en el mercado laboral, gracias a una inversión global que supera los 2,9 millones de euros. Estos proyectos, desarrollados en consorcio entre varios ayuntamientos, no solo cualifican a los alumnos, sino que dejan una huella tangible de mejora en los espacios públicos de las localidades participantes.

Formación especializada y resultados visibles
Los obradoiros clausurados han abarcado una amplia gama de sectores, adaptándose a las necesidades específicas del tejido productivo de la zona. Entre las especialidades impartidas se encuentran jardinería y mantenimiento de zonas verdes, operaciones de acabados rígidos y urbanización, control de plagas, atención sociosanitaria a personas dependientes, intervención socioeducativa con personas con discapacidad, colocación de piedra natural, y grabación y tratamiento de datos y documentos.
Los trabajos realizados por los alumnos son un testimonio visible del valor de esta formación. En la comarca de Ribeira de Piquín, Castroverde, Pol, A Pastoriza y Riotorto, se rehabilitó el local social de Santa Marta de Meilán, se acondicionó el entorno del centro cívico de Vián y se realizó mantenimiento en rutas de senderismo como la Eo-Pena de Millares, mejorando también zonas verdes como la carballeira de la Plaza Galicia en Pol o el mirador de Lombra en Castroverde.
En Chantada, Carballedo y Taboada, las actuaciones incluyeron la creación de nuevas zonas ajardinadas, la rehabilitación de la casa rectoral de Santa Cristina de Asma y la remodelación integral de glorietas, además de apoyo en la atención a personas dependientes en el Hogar de A Barrela.
Por su parte, el obradoiro de Vilalba y Abadín permitió la organización y digitalización del archivo municipal de Vilalba, el acondicionamiento de numerosas plazas y parques, y la ejecución de una acera en una calle de nueva apertura en Abadín.

Recientemente, en el taller ‘Cumes da Terra Chá VIII’, promovido por los concellos de Begonte, Rábade y Friol y con una inversión de 442.000 euros, 20 alumnos se formaron en operaciones auxiliares de fábricas y cubiertas, y de acabados rígidos y urbanización. Sus trabajos dejaron una huella concreta en los tres municipios: en Begonte, se creó un Centro de Interpretación agropecuaria en Santalla de Pena y se pavimentó y cerró el entorno de la escuela infantil municipal; en Rábade, se pavimentaron los espacios exteriores del edificio del antiguo cine Man y se realizaron obras de mantenimiento en el viario urbano; y en Friol, se rehabilitó el local social de Carballo y se pintó la escuela de Vilalvite.
En la capital lucense, el taller ‘Salus Lugo’ centró sus esfuerzos en los sectores sociosanitario y socioeducativo, prestando servicios en instituciones como San Vicente de Paul, Aspnais y Cogami Lugo.
Mientras, en Becerreá, Baralla y As Nogais, los alumnos especializados en colocación de piedra natural realizaron obras como el acondicionamiento de la fuente de Vilouta de Arriba, la rehabilitación de la plaza pública de Nullán y la reposición de muros de cierre en varias localidades.
Finalmente, en Castro de Rei, Outeiro de Rei y Cospeito, los participantes repararon fachadas de edificios públicos como el CEIP Ramón Falcón, ejecutaron aceras y trabajaron en la digitalización del archivo municipal, combinando así oficios tradicionales con competencias digitales.

La modalidad dual, un puente directo al mercado laboral
Uno de los pilares del éxito de estos obradoiros es su modalidad dual. Este modelo no solo facilita una formación teórico-práctica integral, sino que incluye incentivos para que empresas del entorno contraten a varios de los participantes una vez finalizada la actividad formativa. Estos contratos, con una duración mínima de tres meses a jornada completa, actúan como un puente crucial hacia el empleo estable, permitiendo a los alumnos aplicar inmediatamente lo aprendido en un entorno laboral real. El taller ‘Cumes da Terra Chá VIII’ es un ejemplo más de esta estrategia, ya que también incluye estos incentivos para la contratación de sus participantes en empresas de la zona.
La clausura de esta serie de obradoiros en la provincia de Lugo refuerza la apuesta por una formación profesional de calidad, orientada a la empleabilidad y que, al mismo tiempo, revierte directamente en la mejora de los municipios y en la cohesión del territorio. Se trata de un círculo virtuoso donde todos ganan: los alumnos obtienen una cualificación demandada, las empresas reciben personal formado y los ayuntamientos ven mejorados sus espacios públicos.

